By | julio 4, 2017

Concreto lo que es un supordecente en la unión de las «necesidades tecnológicas de los docentes» y las «capacidades técnicas resolutivas de los administradores de los EVA». Que no es lo mismo que simple y llanamente decir que un docente es el que pide y un administrador es el que da. Esta fusión va más allá de un intercambio petición/respuesta.

Se parte de un contexto donde el departamento de soporte tecnológico acostumbra a verse distante y poco amigable, incluso en aquellas instituciones en el que los estudios son de tecnología. Es un hecho que vivo día a día, como responsable de tecnologías en instituciones educativas y como formador de formadores. El contexto de un docente vive un momento de cambio, sobretodo tecnológico, y requiere de ciertas herramientas para adaptarse a metodologías activas soportadas por herramientas digitales.

Considerando estos dos contextos, para que se pueda dar su unión es necesario un cambio de visión por ambas partes -docente/administrador-. Los pilares de esta visión son:

  • Empatía en el proceso.
  • Pensamiento positivo.
  • Diálogo orientado a la consecución.
  • Predisposición a la colaboración.

La visión del administrador es muy técnica. Los docentes pueden percibir la jerga informática como muy fría, distante y con notas negativas. Considérese que cualquier decisión tomada por un administrador se hace desde una perspectiva global y a la vez local. Local ya que atiende a las necesidades del docente. Global ya que atiende a las necesidades de la institución educativa y a los roles que actúan en ella. Las razones por las que un administrador toma una decisión de imposibilitar cierta tecnología analítica radica en la consideración de todo el resto de docentes, alumnos y otros roles implicados. Debe entenderse que cualquier petición/ejecución puede afectar negativamente a toda la institución educativa. El administrador es la figura que evita que esto ocurra.

Por este precisa visión global/local debe haber un diálogo para avanzar en el proceso de peticiones tecnológicas, sin connotaciones negativas, con mente abierta y predisposición a la colaboración.

Parece que un docente es el que hace las peticiones y que los administradores tienen el poder de denegarlas o aceptarlas a conveniencia particular. Las leyes, reglas y normas no tienen en cuenta a las personas y al final todo termina en relaciones personales. Cada rol quiere ejecutar su parte lo más profesional y libre posible. De aquí que el docente pida nuevas tecnologías y que el administrador considere dárselas según el impacto técnico a la comunidad educativa de la institución.

Un docente al que se le priva de disponer de una tecnología significa que no puede desarrollar sus clases, tutoría, evaluación o seguimiento como quisiera. Un administrador que priva de esta tecnología lo decide así ya que afectaría negativamente a algún contexto crítico de la institución educativa. Lo más importante es que en este proceso hay que entender que las dos personas se sienten mal. Una por privar y la otra por ser privada de algo. Pongámosle empatía al asunto. Un administrador no puede permitir que la respuesta sea solo una negativa. Un docente debe confiar en la decisión del administrador como la mejor para su comunidad educativa.

Con pensamiento positivo y diálogo dirigido a la consecución se puede encontrar un punto de equilibrio. Teniendo en cuenta que un administrador debe tener una visión global, cualquier petición debe tomarse como una vía de diálogo, en la que el docente esté abierto a recibir una negativa y dónde el administrador esté dispuesto a buscar una alternativa junto al docente.

Un ejemplo claro de petición docente sería instalar un plugin de Moodle que indique el tiempo de dedicación de los alumnos. Una respuesta de un administrador puede ser una negativa ante la sobrecarga de cálculo en el análisis de los logs de datos crudos, lo que conllevaría a un bloqueo a nivel de tablas, afectando de esta manera a la velocidad y acceso al EVA a todos los usuarios. La alternativa a sopesar por ambas partes -lo más normal es que la aporte el administrador- es instalar otra solución con la que se consiga lo mismo, como Google Analytics. Solo este desenlace positivo puede ser posible si docente y administrador trabajan juntos como un superdocente.

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