By | diciembre 1, 2017

Una visualización de datos es la culminación de todo un proceso científico-artístico. Bajo ningún concepto debe entenderse una visualización como solamente la transformación textual de resultados numéricos a gráficos de sectores, de barras o líneas de tiempo. Crear visualizaciones de datos numéricos va más allá de la mera representación de los mismos mediante gráficos enlatados.

Para conseguir una transformación visual de datos debe seguirse un método científico. El ciclo analítico empieza con la definición de objetivos de mejora, asociación de métricas y dimensiones, selección de una o varias herramientas de recolección… y termina con la computación numérica de los datos recolectados, ya sean cuantitativos o cualitativos. Esto significa utilizar algoritmos matemáticos en el proceso analítico para moldear los datos recolectados y obtener resultados concluyentes en relación a los objetivos marcados. Sean cuales sean los resultados extraídos cobrarán más valor si se muestran en una imagen comparativa que en un formato numérico tipo hojas de cálculo o tablas con filas y columnas.

Los gráficos sirven precisamente para comparar, pero también para crear una imagen mental de los acontecimientos que describen los datos, ya sea en pasado, presente o futuro. Por supuesto, esta imagen no abarca toda la amplitud del método científico aplicado. Un solo gráfico aporta información de algo muy concreto, de un conocimiento exacto, a modo de resumen de todo aquello que el creador del gráfico ha tenido que consultar, contrastar, calcular, extraer, sintetizar y finalmente decidido mostrar. Es en todo este camino lleno de desvíos, de reflexiones, de cálculos y creaciones dónde se encuentran dos campos como el arte y la ciencia. La visualización de datos utiliza gráficos y otros recursos visuales con la intención de relacionarlos y crear una narración con inicio, desarrollo y fin.

Los llamados infográficos son composiciones cromáticas y de formas que pueden mezclar resultados analíticos de manera que su comprensión sea superior. En un infográfico la unión entre ciencia y arte es perfecta, puesto que enmarca un lienzo de creatividad numérica sin igual. En este lienzo la mejor herramienta es la metáfora para conseguir captar la atención de la audiencia destinataria, de guiarla en su lectura y de mostrarle de forma adecuada los resultados extraídos del análisis científico.

En resumen, la visualización de datos es ciencia, puesto que su origen yace en el método científico. Es información -resultados del método científico- que se puede contrastar y validar. Pero las visualizaciones también son arte. Su creación va más allá de los gráficos estándar como un gráfico de sectores o uno de barras. Solamente para este tipo de gráficos enlatados es necesario tener conocimientos artísticos en referencia a posición de los datos dentro de los gráficos, tamaño de los puntos, contraste de colores, formas adecuadas… Se inmersa en un estado conceptual-metafórico que expresa intenciones, ideas, patrones, causas, tendencias…

Crear visualizaciones de datos efectivas puede que no sea tarea fácil, estos consejos pueden ayudarte a crear narrativas visuales significativas:

  • Crea una metáfora centrada en los datos: La visualización debe explicar los datos en modo narrativo.
  • Ten en cuenta la audiencia destinataria: Gráficos generalistas pueden no transmitir el mensaje deseado.
  • Ten en cuenta el objetivo global: Centrarse en el «para qué sirve el gráfico» es vital para no divagar en la narración.
  • Las métricas deben plasmarse: Los datos deben hablar. Serán necesarias interrelacionarse y comparaciones. Esta es a parte más difícil, hacer hablar a los datos recolectados mediante visuales.
  • En la construcción de visualizaciones narrativos (incluidos dashboards) haz una planificación orientada a la iteración: pequeños pasos y muchas iteraciones.

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